No se puede hablar de Escuelas de HipHop como propuestas que emergen para transformar el HipHop local, sin hacer referencia explícita a un sujeto que con sus ideas activas y revolucionarias ha marcado rupturas y puntos de partida para el movimiento HipHop en Medellín.
Se retoma aquí, algunas cuestiones sobre las propuestas e ideas de Jorge Iván Henao “El Mocho” en torno al HipHop, quien ha pasado a convertirse, por diversas causas, en una suerte de leyenda viviente para este movimiento a nivel local. Si bien esto no pretende ser una biografía honda de su vida y obra, es si fundamental re-conocer la labor que él ha jugado en el avance del HipHop, como una verdadera cultura urbana local. En este ejercicio se advierte de entrada el peligro que trae consigo hacer recaer en la figura de un sujeto la responsabilidad y el peso histórico de un movimiento como lo es el HipHop. No obstante, es necesario proporcionar elementos históricos situados, que permitan desentrañar algunas de las causas que han llevado al HipHop en Medellín a constituirse en lo que es hoy.
Ya desde los años 1970, las preocupaciones de El Mocho hacían que su visión se fijará en ámbitos que iban más allá de la práctica de los 4 elementos. No puede decirse tampoco que ha sido él un paladín solitario de esta cultura, lo que sí parece resaltar, es que a través de los años, ha sido quien ha mantenido constantes los ideales de transformación y cambio social a través del arte.
Cuando se rememoran las prácticas de los Breakers en la Biblioteca Pública Piloto, cuando se trae al hoy los encuentros de Raperos en la base del edificio Coltejer, en los momentos en que entre nostalgia y risa se echa mano de recuerdos de lo que fueron los Party People en La Mota o de la Universidad de la Calle (U.D.C.) en los predios del teatro Porfirio Barba Jacob, siempre se encuentra a este “tipo” en medio, tratando de múltiples formas de transmitir su conocimiento, de enseñar de manera humilde y con la sabiduría que la calle y la nobleza dan, que R.A.P. era – y es – Revolución Artística Popular, que HipHop es una herramienta para cambiar personas, mentes, barrios, que arte sin consciencia social no sirve de mucho y que si no se crea con otros, la acción creadora está vacía.
Para ese entonces, ya El Mocho, había logrado interiorizar ideas profundamente transformadoras de la sociedad, y como se dijo antes, era el arte el vehículo que permitiría esas transformaciones. Su desvelo por enseñar ha sido a través del tiempo una constante, tanto así, que a mediados de los 90’s junto con otras personas, llevaron a cabo el Primer Congreso Nacional de HipHop, en donde los HipHoppers sentaron su posición frente a la vida y la sociedad. A través de los años, su voz se forjó cada vez más fuerte, más madura y su lucha por un cambio, como el mismo dice en alguna de sus canciones, “se hizo continua”.
Desde el principio se convirtió en un “sembrador a voleo” y hoy luego de tres décadas de esfuerzo y dedicación, algunas de sus apuestas se hacen realidad. Cómo antes se mencionó, no puede recaer en él todo el peso histórico y evolutivo del movimiento HipHop a nivel local, pero es interesante ver como hoy, sigue en pie con sus ideales y apuestas. Muchas de esas semillas ahora han crecido y madurado, incluso los compañeros de lo que hoy es el grupo al cual pertenece [Laberinto E.L.C.] reconocen en él la figura de Maestro.
Sus esperanzas por hacer del HipHop un movimiento social, en alguna medida han dado resultados. Para el caso concreto de Cultura y Libertad, es necesario decir que fue gracias a su iniciativa, que hoy este colectivo es lo que es.
Sin embargo la vida sigue siendo complicada, el sistema es más voraz que antes y El Mocho, aún hoy, entre callejones, esquinas, registradoras de buses, camisetas y bluejeans; entre tarimas y micrófonos, y la admiración, respeto y cariño de quienes comparten con él, sigue, como otra vez dice la canción “guerreando por monedas”.
Por: J
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